Resistencia, tecnología y alta calidad: la herencia de los relojes de alta gama de G-SHOCK.
La famosa marca de relojes japonesa, sinónimo de resistencia, presenta su línea de alta gama, compuesta por MR-G, MT-G, G-Steel y Master of G.
“Crear un reloj lo suficientemente fuerte que dure para siempre”, bajo este precepto fue que, en 1983, surgió el primer G-SHOCK, un reloj que asombró al mundo con un concepto de resistencia que desafió la lógica convencional de relojería.
De una larga línea de icónicos modelos desarrollados a través de la historia de la marca, la gama que reina con supremacía es MR-G, el mejor ejemplo de lo que las técnicas de relojería japonesas pueden lograr y el punto focal del evento más reciente de G-SHOCK, realizado en el hotel Carlota en la Ciudad de México, en donde la marca presentó su línea de alta gama, compuesta por el emblemático modelo ya mencionado, así como el MT-G, G-Steel y Master of G.
Decir que G-SHOCK, una de las firmas más reconocidas a nivel global por su inigualable resistencia y tecnología, está comprometido con llevar al máximo todo el potencial de sus diseños, sería quedarse corto. Detrás de modelos como el MR-G hay más de 20 años de avances e innovación, logrados gracias a una búsqueda constante de la perfección. Ahora, tras diversos cambios significativos en su estructura y diseño, las palabras se quedan cortas para describir el grado de impecabilidad que esta línea ha alcanzado.
Nada en el diseño del MR-G es producto del azar, todo tiene una razón de ser. Desde su tecnología GPS Hybrid Wave Ceptor, la cual asegura una sincronización de la hora precisa sin importar el lugar en el que te encuentres, hasta su estructura Clad Guard con resistencia a rasguños y raspones, reforzada además por el cristal de zafiro que protege el dial, el MR-G está equipado con lo mejor de la tecnología de G-SHOCK para mantenerse en tu muñeca para toda una vida. Por otro lado, su caja y bisel de titanio ligero, las cuales han sido acabadas a mano por artesanos expertos utilizando la exclusiva técnica de pulido Sallaz, brindan a esta pieza una elegancia única.
La distinguida apariencia de esta auténtica obra maestra de la ingeniería nipona se complementa con elementos clave para su conservación: cubierta multi-direccional que protege a los botones, estructura hueca con módulo suspendido para mayor amortiguamiento y una banda de metal diseñada especialmente para absorber impactos.